Londres, 16 dic (Prensa Latina) El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, cuyo Partido Conservador arrasó en las recientes elecciones generales, se reunirá hoy con los miembros de su bancada en el Parlamento, y hará algunos ajustes en su gabinete.
Según trascendió, 109 de los 365 parlamentarios Tories elegidos el jueves pasado son nuevos en el cargo, y muchos de ellos representarán a distritos que eran considerados bastiones del laborismo.
El gobernante tiene además previsto llenar algunas vacantes en el Ejecutivo, como la del secretario de Cultura y el ministro para Gales, antes de intentar retomar esta misma semana el debate sobre el acuerdo del Brexit que fue rechazado por la Cámara de los Comunes anterior, adelantó la BBC.
Previo al inicio de la discusión del tratado de retirada de la Unión Europea (UE), los 650 parlamentarios que resultaron electos jurarán lealtad a la reina Isabel II, quien el jueves declarará oficialmente abierta la nueva legislatura con su tradicional discurso en el Palacio de Westminster.
Con una mayoría de 80 diputados, cifra que los conservadores no lograban desde la época de Margaret Thatcher en los años 80 del siglo pasado, Johnson se encamina a concretar el Brexit el 31 de enero próximo, tal y como prometió durante la campaña electoral.
El opositor Partido Laborista, que encajó la peor derrota desde 1935 al perder 59 asientos y quedar con apenas 203, poco podrá hacer para detener la ruptura con el bloque europeo en los términos pactados por el Primer Ministro.
De acuerdo con el líder de la segunda fuerza política del Reino Unido, Jeremy Corbyn, la polarización del debate provocada por el Brexit fue lo que dio al traste con los planes del laborismo de querer corregir las desigualdades e injusticias sociales provocadas por las políticas de austeridad aplicadas por los conservadores.
No son pocos los que creen, sin embargo, que el principal error de Corbyn y de la dirigencia del partido fue intentar complacer tanto a los laboristas que están a favor de la salida de la UE como a sus detractores, al proponerse negociar un nuevo tratado de retirada, y luego someterlo a otro referendo.
El veterano político opositor, quien ayer dijo que admitía la responsabilidad que le correspondía por la debacle en las urnas, culpó también a la prensa de derecha, que desató una feroz campaña en su contra, al acusarlo de comunista, promotor del antisemitismo, defensor de terroristas y de querer hundir al país con su programa de corte socialista.
Tras adelantar que los laboristas iniciarán un proceso de reflexión sobre el resultado de las recientes elecciones, Corbyn anunció que se mantendrá al frente del partido hasta que se escoja a su sucesor, algo que podría tener lugar a finales de marzo próximo.